lunes, 23 de febrero de 2015

¿CUÁL ES LA MEJOR FORMA DE APRENDER?


¿CUÁL ES LA MEJOR FORMA DE APRENDER?

En el PEP, creemos que la mejor manera de facilitar el aprendizaje es vinculándolo a componentes genuinos del mundo que rodea al niño, no simplemente a los componentes con frecuencia artificiales impuestos en el colegio; que la mejor forma de adquirir conocimientos y habilidades, de construir significado y lograrla comprensión tiene lugar en el contexto de la exploración de contenidos pertinentes.
Los colegios
que ofrecen el PEP deben ofrecer a sus alumnos experiencias de aprendizaje interesantes, pertinentes, estimulantes y significativas en entornos que los motiven y los lleven a la reflexión, donde:
• Los adultos sean facilitadores sensibles del proceso que permite a los alumnos valorar su aprendizaje y asumir la responsabilidad del mismo.
• Los alumnos se consideren personas competentes y se les escuche
• Se les anime a ser curiosos e indagadores, a plantear preguntas, explorar e interactuar física, social e intelectualmente con su entorno.
• Los objetivos y procesos explícitos del aprendizaje se presenten a los alumnos claramente.
• Se les apoye para que logren dominar las habilidades y controlar el aprendizaje durante el proceso que les permitirá aprender de manera independiente y autónoma
• Las experiencias de aprendizaje se diferencien para adaptarse a las diversas habilidades y estilos de aprendizaje.
• El nivel de colaboración de todos los maestros sea muy alto, y exista un compromiso con el modelo transdisciplinario que constituye el eje central de este programa de educación internacional.

En el PEP, creemos que las experiencias de la primera infancia sientan las bases para todo aprendizaje futuro. Estudios realizados indican que el rápido desarrollo del niño en lo físico, social, emocional, intelectual y estético durante esos años es de particular importancia. Es nuestra responsabilidad como educadores reconocer y potenciar al máximo las posibilidades de esta etapa fundamental del aprendizaje.

Aunque el desarrollo generalmente ocurre de modo identificable y predecible, es un proceso único en cada niño y tiene lugar a ritmos diferentes en cada caso, e incluso de manera irregular en un mismo caso. Para muchos niños, los años de la primera infancia también marcan la transición de la experiencia en el hogar a la experiencia en grupo fuera de la familia y en entornos físicos nuevos. El colegio debe esforzarse por lograr
que esa transición sea lo más positiva y fructífera posible, mediante el desarrollo de relaciones con adultos y compañeros de clase que inspiran seguridad y confianza.

    Los maestros que trabajan con alumnos que atraviesan su primera infancia deben apoyar sus intereses, contribuir a consolidar su autoestima y confianza en sí mismos, responder adecuadamente ante eventos espontáneos y facilitar el desarrollo de habilidades en todas las áreas cognitivas de modo pertinente.      

  Desde el nacimiento, los niños están llenos de curiosidad y el PEP proporciona un marco que ofrece el apoyo necesario para ayudarlos a convertirse en indagadores activos y asumir una actitud de aprendizaje para toda la vida.


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